El presente artículo aborda los orígenes epistemológicos y filosóficos del Análisis Existencial, con la fenomenología hermenéutica a la base. Además describe su eje estructural (las Motivaciones Existenciales) y su eje procesal (Análisis Existencial Personal), enunciando las psicopatologías que de ellas se desprenden al interrumpirse el encuentro dialógico de la persona con el mundo.
El artículo parte del relato de la necesidad docente que se tuvo, en la Cátedra de Psicología Médica de Mendoza, de enseñar a los estudiantes una antropología médica integral. Se consideró que la creada por Y Frankl era la más adecuada para la formación del futuro médico.
El resultado fue muy favorable porque el estudiante no sólo aprendió a captar la persona del paciente sino también a conocerse más a si mismo y a hacerse consciente de la relación médicopaciente.
Dado el éxito obtenido en ese objetivo se iniciaron a fines de la década del 70, grupos de formación en Logoterapia de médicos y psicólogos que culminaron con la fundación en Mendoza de la Asociación Mendocina de Logoterapia y de la Sociedad Argentina de Logoterapia (1982), esta última con la participación activa de colegas de Buenos Aires.
El artículo continua destacando la intención fundamental de Frankl de construir una antropología médica que pudiera servir no sólo como conocimiento del paciente sino que aportara también elementos operativos para una psicoterapia rehumanizada. De allí surgieron por un lado la Antropología Dimensional y por otro la “experiencia de ser con” lo que llamó “noodinamia” y “autotrascendencia”.
Si bien Frankl reconoció en varias oportunidades la influencia del pensamiento de Heidegger tuvo también importantes diferencias, Una de ellas es la que surge del diferente “modo de serenelmundo”. Heidegger desarrolló su “experiencia de ser” en un “modo singular” (la interioridad de su “ipseidad”). En cambio en Frankl predominó el “modo dual de la existencia”, la relación “Yo-Tú”. Palabras clave: antropología médica, psicoterapia, antropología dimensional, nuodinamia, autotrascendencia, logoterapia.
A Alfried Längle – destacado discípulo y colaborador de V.E. Frankl, Presidente de la GLE (Sociedad de Logoterapia y Análisis Existencial) de Viena y de la Sociedad Internacional de Análisis Existencial, docente en varias Universidades, Formador en cursos de LT y AE en varios centros del mundo (entre ellos, en Mendoza y, últimamente, en Santiago de Chile), psicoterapeuta con propia praxis en Viena y autor de numerosos trabajos científicos (libros y artículos publicados, sobre todo, en la Revista de la GLE Existenzanalyse) (1) – se le debe la creación y desarrollo de una línea psicoterapéutica, llamada Análisis de la Existencia o Existencial (AE), que es un desprendimiento de la doctrina fundada por V.E. Frankl – la Logoterapia (LT).
La LT tenía en Frankl un doble nombre: LT y AE. La separación de la LT y el AE se produjo en 1989. Desde entonces el AE ha ido adquiriendo perfiles cada vez más netos, por los que se distingue hoy – sin posibilidad de confusión – de la doctrina de Frankl, para la que se reserva el nombre de Logoterapia (2), a secas, o LT “ortodoxa” (algunos prefieren llamarla así, con lo que quieren dar a entender que Längle representa una “heterodoxia” con respecto a su maestro; algo parecido a lo que ocurrió entre Freud y algunos de sus discípulos).
Este artículo presentará una introducción a la teoría y el método del Análisis Existencial, desarrollado por A. Längle proporcionando el marco apropiado para una mejor comprensión de su impacto existencial en la psicoterapia.
El método se describe tanto en la teoría, como en la práctica (incluye un caso de estudio).
El fundamento filosófico y antropológico del Análisis Existencial sigue los pasos de la Logoterapia de Viktor Frankl. Mientras que Frankl consideró a la “búsqueda de sentido” como la central fuerza motivadora que opera dentro de la persona, el Análisis Existencial (en los últimos 25 años) ha ampliado esta teoría de la motivación, detectando fenomenológicamente tres fuerzas adicionales de motivación que preceden a la búsqueda de sentido. Colectivamente, constituyen las Cuatro Motivaciones Fundamentales de la Existencia: Poder ser/estar en el mundo; Gustar Vivir (sentimientos); Permitirse ser si mismo (autoestima) y Actuar con Sentido.
En la base de las habilidades humanas (espirituales) fundamentales de auto-distanciamiento y auto-trascendencia, Víktor Frankl desarrolló dos métodos: intención paradójica y derreflexión. A partir de un mayor crecimiento de los mismos y la diferenciación del concepto analítico-existencial de persona y existencia, Alfried Längle ha ampliado las bases antropológicas de las intervenciones y sus descripciones metodológicas.
A continuación se brinda un estudio de la situación actual de los métodos logoterapéuticos y analítico-existenciales, así como su indicación específica y funcionamiento es comentado con referencia al Análisis Existencial Personal (AEP) -el modelo de proceso del Análisis Existencial-. Por un lado, esto permite la asignación de los métodos teniendo en cuenta su modo de accionar en los recursos específicos (o habilidades fundamentales), y por otro, describe tres niveles operativos donde los métodos específicos pueden, o bien, orientar, sostener o actualizar ciertos aspectos de la persona. Este trabajo incluye un mapa de las asignaciones antropológicas y metodológicas de los diferentes métodos.
La supervisión y el coaching, como partes del desarrollo organizacional, se han convertido en los últimos dos decenios en un componente integrado y reconocido de la rutina profesional diaria. Por consiguiente, el mercado se ha hecho prácticamente inabarcable. Además de los conceptos desarrollados y usados por las escuelas psicoterapéuticas, existe una cantidad de modalidades eclecticistas, que en manos de supervisores sin experiencia*, llevan frecuentemente a resultados cuestionables. Por eso es importante relacionar un concepto con sus raíces antropológicas. El artículo trata de lograr esto en forma teórica como práctica.
Mientras la primera parte del trabajo se ocupa de la explicación conceptual y de la historia de la supervisión y el coaching, en la segunda y tercera parte se trata de mostrar la relación de este concepto analítico-existencial de la supervisión y del coaching con sus raíces antropológicas. Por un lado se exponen los fundamentos conceptuales de la supervisión analítico-existencial, para destacar enseguida las modificaciones necesarias, como también las diferencias entre la supervisión y la terapia; por otra parte se describe la práctica resultante como forma práctica y metódica de actuar. En el centro de la supervisión y del coaching analítico-existencial está el diálogo de los participantes. Por eso es la tarea central del supervisor, dirigir y apoyar el diálogo, para así llevar las distintas interrogantes, a través de un proceso de elaboración, hacia nuevos puntos de vista y soluciones.
Bajo el término de Análisis Existencial (AE en adelante) en este capítulo se hace referencia, ya no al marco antropológico en el que Viktor Frankl circunscribe la Logoterapia –terapia centrada en el sentido y desarrollada por el autor como complemento de la psicoterapia– sino a una psicoterapia completa en sí misma, que suple por entero (y no sólo complementa) las otras psicoterapias. Si bien evoluciona desde la Logoterapia, se comienza a diferenciar de ésta en los últimos 25 años bajo el amparo de la Sociedad de Logoterapia y Análisis Existencial (GLE, sigla del nombre en alemán), principalmente por los aportes de Alfried Längle.
El AE se puede definir muy sucintamente como un “método psicoterapéutico, cuyo fin es capacitar al ser humano para que viva su propio obrar y existir con aprobación y consentimiento internos” (Längle, 1997). Es decir, ayudar a que la persona pueda entregarse a lo que hace, y alcance de ese modo una vida plena. Esa entrega debe ser una decisión concebida en libertad, y que lo lleve a dar un Sí a lo que tiene frente a sí: a su Mundo concreto; un Sí a la Vida, con sus alegrías y tristezas; un Sí a su ser Persona, así como es, auténticamente; y un Sí al Sentido, expresado en obra.